Contrario a lo que nos ha mostrado la historia, donde la iglesia católica condenó y satanizó los avances científicos y la tecnología de la época, hoy vemos una apertura y apoyo de esta institución a este campo de la ciencia. Es así como el Papa Francisco ha reconocido en alocución pública el impacto de la tecnología en la sociedad y ha pedido que la tecnología “sea humana”. También hizo énfasis en que “la robótica puede hacer posible un mundo mejor si va unida al bien común. Porque si el progreso tecnológico aumenta las desigualdades, no es progreso real.” (Fuente: Vatican News)
Indiscutiblemente, la pandemia COVID-19 será recordada por ser el detonante de grandes transformaciones de la sociedad a nivel mundial, de lo cual no estuvo exenta la religión. La estructura ortodoxa de esta institución se rompió, realizando una adopción de la virtualidad como único medio de llegarle a sus fieles en los diferentes actos y rituales. Personalmente, tuve la oportunidad de asistir a la celebración de la misa y despedida de un familiar fallecido -que por las restricciones de la emergencia no permitía la asistencia presencial- y en la que también pudieron acompañarnos familiares y amigos de diferentes partes del país incluso del extranjero, que, de no ser por esta modalidad virtual, difícilmente habrían podido asistir. Seguramente, -por ahora- un abrazo no podrá ser reemplazado, pero los límites en todas las dimensiones de la vida humana se van acortando. Amén (que así sea…)
Camilo Barrera Valencia
Director científico BrainCo S.A.S