Errores frecuentes de la atención por telemedicina

La mayoría de los profesionales de la salud se vieron obligados a prestar sus servicios a través de medios virtuales durante la pandemia por COVID-19, pero muy pocos estaban preparados para ello. Esto trajo consigo una serie de problemas que representan pérdidas de tiempo para profesionales y pacientes, dificultades en el manejo de plataformas, incremento del costo de los servicios en comparación con la atención presencial, riesgos de demandas, entre otros. Lo que más llama la atención, es que aún con el transcurso del tiempo, siguen sin ser corregidos. En esta entrada, les compartimos algunos de los errores frecuentes de la atención por telemedicina.

  1. Intentar replicar la presencialidad. La atención por telemedicina o telesalud es sustancialmente distinta en cuanto al relacionamiento con el paciente, y no sólo por el hecho de usar una plataforma de conexión, sino también por los recursos que deben ser usados por los profesionales desde el punto de vista de la preparación, la comunicación y la técnica. Por eso, te recomendamos que realices un protocolo que te permita lograr una atención realmente eficaz en la resolución de las necesidades del paciente, y no una sustitución de la presencialidad de baja calidad.

  2. Considerar que el único requerimiento de la telemedicina es la tecnología.  No hay un postulado más erróneo que este. Si, las plataformas son importantes, pero no son lo único. Interrogantes como ¿qué servicios podrían ser prestados por teleconsulta? ¿qué funciona y qué no? ¿Cómo ajustar el examen físico a la virtualidad? entran a jugar un papel relevante en el diseño del modelo de atención virtual.

  3. Pasar por alto que el régimen legal de la atención de pacientes en la virtualidad es diferente al presencial.  Recordemos que la telemedicina es una actividad regulada por la ley, y por lo tanto, existen estándares desde el punto de vista de los derechos de los pacientes, la seguridad de la información y la protección de datos que son de obligatorio cumplimiento. La omisión de estos requisitos tanto del proveedor de tecnología como del prestador, ubican en alto riesgo de demandas esta modalidad de servicios. Te podría interesar 10 razones para no realizar telemedicina y telesalud por WhatsApp.

Como vemos, la telemedicina implica el desarrollo de competencias en los profesionales que tal vez no se tuvieron en el pensum de formación en el pasado, pero sin duda, serán parte de la salud del futuro. La adaptación debe ser la regla.

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