La atención del mundo en los últimos días no ha estado centrada precisamente en la pandemia COVID-19 y la vacunación, sino más bien, en hitos históricos positivos para la humanidad como es la llegada a Marte; y no es para menos, 3 proyectos han logrado con éxito este mes su propósito de orbitar o tocar suelo marciano: China, USA y Emiratos Árabes Unidos. La misión Perseverance de la NASA es la de mayor impacto al tener la posibilidad de probar la existencia de vida en otros planetas. Un recorrido que no ha sido corto, con más de 60 años desde las primeras misiones en el siglo pasado. El interés que despierta el planeta rojo ha sido tal, que incluso Elon Musk -visionario de la tecnología y de las causas imposibles- ha invertido parte de su fortuna con el propósito de quedar en la historia de la colonización de Marte. Además de la aventura espacial, Musk también sueña con conquistar el cerebro bajo su premisa que los límites no existen, y tiene la firme convicción de conectar el cerebro con la tecnología al mejor estilo del cine de ciencia ficción.
La empresa NeuraLink de su propiedad, ha tenido avances, sin embargo, el camino está por empezar. El año pasado, lograron con éxito implantar un chip del tamaño de una moneda en el cerebro de un cerdo y este año se realizan pruebas con un mono para que pueda jugar videojuegos usando su mente. Por supuesto, los planes en un principio están encaminados a tratar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, sin embargo, el propósito será dotar de recursos a superhumanos con capacidades y funciones mentales ilimitadas. Estos avances generan más inquietudes y preguntas que la colonización del planeta rojo. Finalmente, el camino aún es incipiente y estamos en una etapa inicial como hace 60 años con los inicios de la exploración espacial.
Es por todo esto, que decimos que la humanidad está más cerca de Marte que de nuestro cerebro.
Camilo Barrera Valencia
Director científico BrainCo S.A.S